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sábado, 12 de diciembre de 2009
Herr Biölkatten está que trina
Hace zapping, se detiene un rato viendo a Silvina Escudero en el programa de Jorgito Rial, toma dos o tres medidas de whisky sin hielo, cambia cuando aparece Ricardo Fort, pispea un viejo partido de polo en ESPN, hasta que decide ver si siguen levantando sus declaraciones en TN. “La puta madre que lo parió, está hablando Luciano Benjamín y yo mirando boludeces”, dice y se sonríe de medio lado.
Pide que le sirvan otro poco. “Ya se acabó el etiqueta verde y no compraron más, qué pedazos de imbéciles que son”, grita. Al mismo tiempo, hace señales de que se callen. “Qué mostro, este tipo sí que la tiene clara”, comenta mientras Menéndez alega que el accionar militar frenó una “invasión comunista internacional” que buscó someter a la Argentina bajo el imperio de la Unión Soviética.
Hace que le sirvan cinco medidas del etiqueta negra y se solaza cuando el general sostiene que “Las Fuerzas Armadas en pocos años vencieron a los enemigos por pedido de la Nación”. Aplaude, se pone de pie con tono excitado y el whisky empapa un ejemplar de la revista Cabildo que tiene un dedo de un jornalero como señalador.
Ahora Menéndez dice: “Bien recuerda Abel Posse: ‘Ningún país repudió a su ejército por lo que les pidieron sus gobiernos, ni Francia en Argelia ni Rusia en Polonia ni Estados Unidos por Hiroshima’.” Herr Biölkatten cambia velozmente de semblante y se le frunce el seño. Algo lo pone de mal humor.
En su alegato, el jefe del centro clandestino de La Perla arremete contra el gobierno nacional: “Los mismos guerrilleros de los ’70 están en el Gobierno siguiendo la doctrina de Gramsci de meterse en la sociedad, educación y la política para tomar el poder”. Her Biölkaten ladra: “La concha de tu madre, Luciano, lo citás al cuatro de copas de Posse y no me citás lo que dije yo sobre el descabezamiento de Scioli”. Luciano Benjamín cierra su alegato y los empleados de la casa no saben si corresponde aplaudir como otras veces. “Qué hijo de puta, ingrato de mierda”, estalla de furia Herr Biölkatten y destruye el vaso contra la cabeza de un peón que tiene colgada en la pared.
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5 comentarios:
El padre terrateniente de micky vainilla!!!
qué pedazo de herencia que va a recibir micky!
cuánto pero cuánto rooooccccccccckkk que tiene biolcatín
no te pongas celoso Hugo, los quiero a los dos
sí, bolú, dejate de hinchar las bolas, no nos vamos a pelear por esta pavada
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