Al mismo tiempo que se trata en el Congreso el matrimonio gay, un novedoso y esclarecedor estudio del gobierno del pibe Scioli reveló que seis de cada diez mujeres bolivianas que viven en Capital y Gran Buenos Aires no planificó su embarazo. El estudio dice que cuatro de cada estas mismas diez utiliza métodos anticonceptivos, según publica la coqueta revista "Entremujeres" del Clarín.
"Esto se está pasando de castaño oscuro. Se están yendo a la bosta. Esto pasa porque este gobierno está lleno de degenerados", habría gritado desgarradoramente una legisladora cívica mientras introducía un crucifijo en el té con leche a manera de cucharita para revolver el azucar.
"Ya, pero ya, estoy llamando al cardenal. Esto no se banca más. ¿Qué más quieren? Ahora seguro que le dan la posibilidad de adoptar argentinos a los bolivianos y así cobran más asignación universal. Y así aumentan la recaudación. Y así, así, mmm", habría vibrado una legisladora proístata en llamas.
"Bueno, me parece, me parece, que la puerta de los cuarteles ya nos está quedando chica. Vamos a tener que salir a golpear las puertas de las Naciones Unidas, para que manden ya tropas de paz y nos acordonen de esta gente. Ahora quieren casar a los putos con los bolivianos, se zarpan a nivel mal", habría dicho desde el fondo de un silosoja mientra comía codornises vivas con tres almirantes sojeros.
Rápido de reflejos, el periodista de Los Ludditas Juan Carlos Campanita sacudió su borratinta y marcó el teléfono del gordo X y lo consultó sobre el estudio de bolivianas. La saeta del encuestismo le respondió: "Está muy bien lo del estudio, ponele que de esas mujeres, siete de diez no tuvo acceso a la educación primaria, ocho de diez no tiene acceso al agua potable, diez de diez no tuvo nunca cloacas y once de esas diez nunca conoció un cine y te ganas un chocolatín Jack y el premio al más copado en la próxima fiesta de amigos progres-troskos-estatales-copados-que toman vino".
"Esto se está pasando de castaño oscuro. Se están yendo a la bosta. Esto pasa porque este gobierno está lleno de degenerados", habría gritado desgarradoramente una legisladora cívica mientras introducía un crucifijo en el té con leche a manera de cucharita para revolver el azucar.
"Ya, pero ya, estoy llamando al cardenal. Esto no se banca más. ¿Qué más quieren? Ahora seguro que le dan la posibilidad de adoptar argentinos a los bolivianos y así cobran más asignación universal. Y así aumentan la recaudación. Y así, así, mmm", habría vibrado una legisladora proístata en llamas.
"Bueno, me parece, me parece, que la puerta de los cuarteles ya nos está quedando chica. Vamos a tener que salir a golpear las puertas de las Naciones Unidas, para que manden ya tropas de paz y nos acordonen de esta gente. Ahora quieren casar a los putos con los bolivianos, se zarpan a nivel mal", habría dicho desde el fondo de un silosoja mientra comía codornises vivas con tres almirantes sojeros.
Rápido de reflejos, el periodista de Los Ludditas Juan Carlos Campanita sacudió su borratinta y marcó el teléfono del gordo X y lo consultó sobre el estudio de bolivianas. La saeta del encuestismo le respondió: "Está muy bien lo del estudio, ponele que de esas mujeres, siete de diez no tuvo acceso a la educación primaria, ocho de diez no tiene acceso al agua potable, diez de diez no tuvo nunca cloacas y once de esas diez nunca conoció un cine y te ganas un chocolatín Jack y el premio al más copado en la próxima fiesta de amigos progres-troskos-estatales-copados-que toman vino".
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