El menor de los hijos de Lady Di, el príncipe Enrique, al que los amigos apodan “Harry el mugriento”, que vendría a ser el tercero en la sucesión al trono británico para cuando la reina Isabel II parta al mundo de los Elfos, estaría pensando en pegarse una vuelta por nuestro paisito y mostrar, de esa manera, su total desacuerdo en relación a la escalada belicista de Gran Bretaña, en el conflicto por Malvinas, de la que lo dejaron afuera sólo porque la última vez que piso las instalaciones del ejército fue para enfiestarse con la selección nacional de criquet femenino.
La noticia se difundió un día después del anuncio de la presidenta Cristina Fernández de que la Argentina hará una denuncia ante ONU por la militarización del Atlántico Sur, y armó un revuelo tremendo entre las redacciones más ávidas de escándaletes reales. Según indican fuentes consultadas por el diario sensacionalista Free, el muchacho estaría despechado porque a su hermano Guillote de Gales se lo llevaron a Malvinas a hacerse el piloto fatal, con mapa, brújula y traje, cuando en realidad anda correteando las pocas botineras que hay en las islas, y a él no lo dejaron ni hacer una excursión de boy scout por el submarino nuclear que Inglaterra tiene pensado enviar, para cuando se cumplan los 30 años de la guerra, a pasear por las pacíficas y diplomáticas aguas argentinas.
“No veo la hora de tomarme el palo al país de los cuatro climas, acá no se banca más el frio que hace, los cachetes se me ponen demasiado colorados y mis amigos me cargan. Cuando llegue no quiero un recibimiento con trompetas y alfombra roja, quiero empezar bien de abajo. Me voy a poner en contacto con trabajadores de la economía social que estén dispuestos a sacrificar sus mermeladas de frutos rojos y sus panes rellenos para usarlos como armamento pesado en la recuperación de las islas”, habría comentado el príncipe Harry, con cierto ánimo entre belicoso y boludo, a una mucama del Palacio de Buckingham, mientras jugaba al Spider en la computadora de su abuela.
Por otra parte, fuentes consultadas por diario Very Much, "the journal of street” como indica su bajada, y que compite de lunes a viernes con Free para ver quien pone las fotos más grandes en sus mini noticias, indican que a Manzanita, otro de sus reales apodos, a diferencia del testimonio anterior, le gustaría codearse con lo más top de la farándula y el deporte, porque sabría moverse en ese mundillo mejor que fragata inglesa en aguas ajenas, y ya tendría todo planeado para su estadía.
“Estoy pensando que andaría bien con un programita los sábados a la noche en Telefe, como reemplazo de Nico Repetto, o como panelista de George Rial. Eso sí, a los paparazzi de allá, que no salen de Palermo Choto y Puerto Madero, me los como en un bondiopan con chimichurri y todo.”, habría dicho Enrique, entre vómito y vómito, prendido de un inodoro real.
“Además, me enteré que allá también está el club de mis amores, Arsenal. En una de esas me pruebo para la primera y el Gusti Alfaro me ficha para jugar en lo que resta de la Copa Libertadores, en lugar de Carbonero no anda mojando mucho. Después me convoca Sabella, y completo mi venganza en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, vistiendo la albiceleste, y emulando el gol con la mano de Diegote”, habría asegurado Harry en algún bar londinense de dudosa reputación.
El quilombo promete ser más resonante que todos los anteriores en los que el principito estuvo involucrado, como cuando le sacaron una foto dándose un pasesito de maicena y polvo para hornear, y podría tener impensables consecuencias para la Argentina y su reclamo ante Naciones Unidas.
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