La aveinda Pueyrredón lucía brrillante, con su flamante deble carril libre como un pájaro. El sol iluminaba las paredes de la mano par y el colectivo 68 remontaba su camino en dirección a Plaza 11. La mañana era plácida. Los de a pie hacían sus cositas como todos los días. Hasta que un tipo clavó la mirada en los carteles de publicidad de una parada de autotransporte urbano de pasajeros. Se levantó del asiento del sexagenrio omnibus para chequear lo que veían sus ojos. Un afiche en negro y rojo afirmaba: "LUIS EDUARDO DUHALDE EL BIN LADEN DE LOS 70.
Acompañaba la leyenda una foto del Secretario de Derechos Humanos de la Nación, vestido bien canchero, pero entre rejas e inmediatamente debajo decía en fondo rojo "BUSCADO".
El cartelete estaba firmado por la Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos.
Que verdadero artista de la intriga internacional este Eduardo Luis. Tantos años de investigación de los servicios de inteligencia militares y policiales de diferentes gobiernos del mundo. Tantos recursos tecnológicos utilizados para intentar develar el origen de los videoclips de este tal Bin Laden. Tantas películas norteamericanas y nunca un dato de este chabonardo. Si hasta alguien pensó que Bin Laden eran los padres un día de reyes. Pero bueno al final eras vos Eduardo.
Salud!!!
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