El mundo en pocas líneas

Zarpados de panchos

Columnista invitado: Pedro Brieger Vassena

El mundo está loco, loco, desde la caída del murete de Berlín construido por papá Melchor Posse. Y no hay enemigo que aguante un par de días. Pasaron Irak, el SIDA, Irán, Afganistán, Cuba, el ántrax, Venezuela, la corriente del Niño, Siria, el terrorismo invisible, la vaca loca, Osama Bin Laden arriba de una avioneta, Arabia Saudita, los japoneses, el narcotráfico, la gripe aviar, la mafia rusa, Al Qaeda y un par de bestias temerarias más.

El tema es que entre tanto tembladeral, los laboratorios y las droguerías se llenan de pasta vendiendo falopa para dormir y andan inventando algún virus nuevo a cada rato. Minuto a minuto. Me había comprado una vacuna contra el dengue pero no me la pude inyectar porque tenía que hacer el cambio de padrón y la cuestión es que ahora ya me tengo que comprar el remedio contra la gripe porcina. Convengamos, muchachos farmaceúticos, que es bastante chabacano el virus que se inventaron ahora. Me quedo con la amenaza del terrorismo internacional para pegarme un buen julepe.

En otro orden de cosas, el que anda muy complicado es el candidato a presidente de la República Oriental del Uruguay, ex ministro y actual senador José Mujica. Los titulares de los partidos colorados y blancos anunciaron esta tarde que los gastos de campaña del ex líder tupamaro estarían siendo bancados por los muchachos de la industria alpargatera uruguaya, que esperan pegar un boom de ventas con la eventual asunción de Mujica. La verdad es que me resulta muy poco creíble.