Cansados de que sus jugadores vayan a menos. No le den ni cinco de pelota a los técnicos. Se vayan de copetes todas las noches. Se la pasen catorce horas por día entre gatos y playestayon, los dirigentes del Boca Juniors, el River Plate y el San Lorenzo se trabaron en feroz lucha por Ricky Martin.
El presidente del Boca Julio Amear leyó el diario y dijo: "necesitamos un tipo que vaya al frente, que no se coma ni la punta. Estamos podridos de estos tipos que tenemos, que no ponen lo que hay que poner".
Angustiado por el presente, pero ilusionadísimo con el futuro Daniel Her Passaraletta exclamó: "lo quiero, sí lo quiero a Martin. Digan lo que carajo se les antoja. Estoy hasta las tetas del Burro, de Almeyda y del arquero que no me acuerdo ni como mierda se llama". Mientras, besaba en la cabeza un enano de jardín que mecía entre sus brazos.
Acodado en la barra de un bar de Muñiz y Avenida La Plata, donde hace unas changas de mozo, el presidente sanlorencista Rafael Savino limpiaba laa fórmica con un trapo rejilla mientras soñaba despierto que Martin cruzaba la puerta del bar con el Pipi Romagnoli en pañales y en brazos y le decía "somos tuyos Rafael".
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