El presidente del Altiplano y otras regiones de Bolivia, Evo Moralina anda zarpándose de canchero por todos lados mandando que está haciendo el gobierno con más onda de todo Latinoamérica, pero el pibe tiene elecciones y se la quieren dar. Su vice, chocho.
A el tipo que se llevó más del 60% de las papeletas para su casa en las últimas elecciones presidenciales, parece ser que le van a pegar una zancadilla al mejor estilo Jonathan Botinelli.
A el tipo que se llevó más del 60% de las papeletas para su casa en las últimas elecciones presidenciales, parece ser que le van a pegar una zancadilla al mejor estilo Jonathan Botinelli.
Y puede ser cierto: la derecha más nazi de Bolivia habría acordado con el Papita Ratzinger entrarle por atrás al indio. Su vice, chocho.
Los recalcitrantes de Santa Cruz de la Sierra, que todavía andan llorando la pérdida de las fabricas clandestinas de cocaína, que por cierto hay que admitir que no estaba del todo mal, andan planeando con el Papita Nazi mandar un escuadrón de curas pedófilos armados con testículos adornados como huevos de Pascua y cargados con explosivos.
"La idea es empalarlo a este indio clavándole los huevos de todo el escuadrón que nos va a mandar el Papita", confesó a un agente de inteligencia boliviano disfrazado de sacerdote heterosexual, un ideólogo del nazibolivianismo.
"La otra que tenemos también pensado es sacar a la calle el cadaver de Raúl Alfonsín para ver si podemos pegarnos una repuntada en nuestra imagen y en las elecciones", susurró el mismo nazibolivianismo, pero ya intentando desnudar al agente disfrazado de sacerdote heterosexual.
Los recalcitrantes de Santa Cruz de la Sierra, que todavía andan llorando la pérdida de las fabricas clandestinas de cocaína, que por cierto hay que admitir que no estaba del todo mal, andan planeando con el Papita Nazi mandar un escuadrón de curas pedófilos armados con testículos adornados como huevos de Pascua y cargados con explosivos.
"La idea es empalarlo a este indio clavándole los huevos de todo el escuadrón que nos va a mandar el Papita", confesó a un agente de inteligencia boliviano disfrazado de sacerdote heterosexual, un ideólogo del nazibolivianismo.
"La otra que tenemos también pensado es sacar a la calle el cadaver de Raúl Alfonsín para ver si podemos pegarnos una repuntada en nuestra imagen y en las elecciones", susurró el mismo nazibolivianismo, pero ya intentando desnudar al agente disfrazado de sacerdote heterosexual.
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