Luego del éxito de la Operación Fútbol para Todos, la presidenta Cristina Fernández Fernández prepara un nuevo golpe de efecto contra la oposición mediática y corporativa. A la estatización del fútbol, le sumará la futbolización del Estado. Es bien poquito lo que pudo saberse hasta el momento en los intersticios de la Casa Rosada, pero se habla de dos enroques.
Por un lado, el jefe de Gabinete Aníbal Fernández asumiría como relator oficial de las transmisiones futbolísticas de Canal 7, en lugar de Marcelo Araujo. Y el dueño de las Academias Araujo-Niembro pasaría a ejercer como capo de todos los ministros y jetonearía a favor del gobierno en las radios matinales.
A la vez, el ministro cientológico Linho Baranhao aprovecharía su paso por el seleccionado juvenil brasileño para oficiar como comentarista mudo en reemplazo de Jota Jota López. Y el ex volante de River se iría a la cartera de Ciencia y Tecnología, donde tal vez no se enteren del cambio.
Esta vez sí prevenidos por la diputada del bloque Clarinetes Cívicos Silvana Giudice, en el multimedio también preparan sus enroques de contraataque. Julio Blanck pasaría a conducir "Fútbol de Primera" y Chiche Niembro firmaría sus columnas políticas en el gran diario argentino. Salú.
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