Los balseros de Palermo

Y llegaron las próximas imágenes del naufragio. Salieron y embotellaron el tráfico náutico de la ciudad, interrumpiendo el soberbio andar de las lanchas a motor del norte bonaerense que esplendorosas cortan en olas por la Avenida Lugones hacia el Retiro.
Sí, son los nuevos balseros del siglo XXI. Los balseros de Palermo, les dicen irónicamente. Andan en futones, le afanan los flota-flota a sus hijos. Pelopinchos con un ventilador enchufado en las espaldas. Otros se aferran simplemente a almohadones comprados en el Sur.
“Vienen de lugares horribles como Chacarita, Villa Crespo, Palermo, Colegiales, Caballito. No tienen luz. Improvisan sobre sus barcazas haitianas con velones con forma de ballena comprados en la plaza Borrego o Serrano”, señaló el secretario del Virrey de Buenos Aires Horacio Rodríguez Garqueta.
“Ensucian nuestros ríos callejeros con pañales, papas fritas de rotisería, Gatorade, pedazos de brouni derretidos, gaseosas de segundas marcas seguramente compradas en algún supermercado chino”, asestó el pibe Turismo Lomardi, mientras se sacaba la caspa y se la echaba a la sopa a manera de quesito rayado.
“Carecen de valor y dignidad y se arriman a las puertas del palacio pluvial a mendigar subsidios y WI FI, porque son incapaces de entregar sus notebooks a las celestiales aguas del arroyo Maldonado que nos baña de frescura y glamour luego de un chaparrón intenso de verano”, suspiró la Gabi Micheletti de la Gente.
Sí, náuticos, esos son los balseros de hoy. La escoria del mañana. Pero tranquilos ciudadanos cívico-militares que gracias a la entrega desinteresada de nuestro Virrey, la Metro Electric Pool ya adquirió un nuevo modelo de lanchas rápidas recicladas del ejercito uruguayo y les está dando caza segundo a segundo con los relatos en directo de “Pastillas” Lapegüe.
“Velando por la seguridad naval de toda nuestra gente bien de la ciudad y de nuestros hermanos del norte del conurbano bonaerense, la Alcaldía hará lo imposible para exterminar a estos sucios balseros comunoides. Un verdadero flagelo que azota nuestra sociedad y que de una vez por todas hay que exterminar”, remachó sobre su nave insignia azul y amarilla El Virrey Papu Macri.