Desde su santuario empapelado con revistas Goles y autógrafos del ex redactor Gustavo Beliz, el Pibe Bonadeo apunta su fusil y dispara contra los periopibes del proyectito nacional y popular y se para de manos contra Vicky Hugo Morrales.
En un reportaje miserable publicado en la revidiario Perfil se ve un pibe Bonadeo auténtico. Abrazado a su mansión de lujo en La Lucila muerde la verba del relator oriental al anunciar que lo desprecia.
Ya acostado sobre los restos de un asado que dejó sin terminar su pequeño Gonzalo, el pibe se anima a apuntar con sus lentes (imitación Clark Kent) a Morrales deslizando que recibe ofrendas del periokirnerismo.
Haciendo jueguitos con un par de diskete, que le quedaron de su paso por la radio Municipal, Dieguito exhala y agita: "Morrales relata partidos desde la Opera de Viena. O estás acá o estás allá. No podés hablar de las dificultades de implementación del Plan Argentina Baraja desde la nonagésima octava habitación del quincuagésimo piso del Hotel Gualdorff Victoria Onetto de las zonas más, más residenciales de París".
Perdón. Otro tema: ¿Alguien sabe algo del padre de Dalma o del suegro del Kun o del marido de la Claudia?
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