La noticia, que llega a la redacción de Los Ludditas con las patas llenas de arena y las encías inflamadas de tanto choclo, dice que el gobernadorsísimo santafesino, figura del concensismo, y el más solicitado por estos días de política y playa, Hermes Binner, estaría promoviendo un triangular relámpago de bochas en la costa bonaerense, juego que hace furor entre los gerontes de los balnearios menos visitados, para ver quién se queda con su precandidatura a vicepresidente, dada la tremenda disputa que se vive hoy entre el alfonsinismo, el sanzismo y el solanismo para definir el afiche de campaña.
Según nos cuenta un vendedor de choclos hervidos en Villa Gesell, que nos ahorra un enviado especial con el currito del “periodismo ciudadano”, el gobernador habría dicho en una conversación por celular “ya me estoy cansando de este tironeo entre vos, el petiso, y el cineasta. Así que voy a ver si organizo un campeonato de bochas en Aguas Verdes, con Victor De Genaro de árbitro y listo el pollo”, fueron sus palabras, mientras le hacía señas a nuestro casi corresponsal para que le enmantecara el choclo, al tiempo que se acomodaba la corbata roja.
La inesperada forma de resolver a quién acompañaría en las próximas elecciones presidenciales fue festejada por Pineta Solainas, que andaba haciendo campaña por Gesell con el Centro de Jubilados Ferroviarios y Petroleros Alzados y en Pañales de Aldo Bonzi, porque sus seguidores son el terror de Federación Bonaerence de Bochas, y se relamen sus dentaduras postizas esperando que llegue el momento de pegar el bochazo. “Si se llegara a dar esa situación, si se llegara a dar esa situación –enfatizó Pineta- me parecería bien que disputemos un partido de bochas que es un juego de verdadera raigambre local, no como el europeizante y entreguista tejo”, dijo Pineta Solainas a nuestro casi periodista, antes de ir a mojarse las patas con juanetes sin comprarle un mísero choclo porque él los prefiere “en el puchero y con un buen plato de sopa”.
Por su parte el diputado y capocómico Luis Bentura Juez que se paseaba por las playas gesellinas en sunga y se hizo tatuar con tinta vegetal en una cacha “Pino” y en la otra “Hermes”, consultado por nuestro vendedor y pseudo informador sobre la posibilidad de disputar el precandidato a vicepresidente con el radicalismo en un campeonato de bochas, dijo: “yo te explico, confío plenamente en que el equipo de Pineta arrime el bochín, pero también tengo mis dudas, porque no sé hasta qué punto acá no hay tongo. No sea cosa que Alfonsín lo quiera arreglar a De Genaro con una personería jurídica”, declamó el filoso humorista.
“Por Sanz no me hago problemas porque aunque gane el campeonato y se pegue a Binner como un cardo, no llega ni a una tercera vuelta, porque el electorado lo conoce menos que a la Mancha de Rolando en Kasajistán, ¿me entendés?” Dijo el senador cordobés, que se deboró un choclito con mayonesa y salsa picante, para luego meterse en el mar, juntando las palmas de las manos sobre su cabeza para hacer el “tiburón cordobés”.
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