El ministro de Economía Vuduchiste lanzado a la campaña como un torpedo electoral contagió rapidamente a rutilantes figuras de la política, el deporte, el espectaculo y el hampa. Rápidamente una constelación de estrellas comenzó a figurar el el candelero electoral porteño y las formulas enloquecen ya a los plateístas.
Por el lado del kirnerismo, andan diciendo que el ministro de Economía ya prácticamente no cumple funciones como tal y todos sus pibes de confianza se encuentran desbocados en la campaña a alcalde del municipio de Buenos Aires.
Luego de recibir la bendición al parecer de la motorman del proyecto nacional, fatografiarse con uno de los presuntos implicados en el asesinato de Mariano Ferreyra y recibir el abrazo de oso del Gran Hugo Moyano, Vuduchiste está embocado en elegir su pareja para la alcaldía.
Del lado de Hugo sueñan con alguien bien representativo de su espacio, es decir Julio Piumato o Ricadro Bochini. En cambio, los twiteros camporistas fogonean fuerte al querídisimo Juan Cbandie, actual concejal.
Por otra parte, el Filmismo está muy convulsionado y hasta podría a llegar a levantar el tono de voz, introducir hombres propios en las listas o pudrirla mal y apoyar solapadamente las candidaturas de Jorge Seltzer, Jorge Giorno, Jorge Olguín y hasta el viejo y querido superheroe TELER-MAN.
Ojo, que también hay un grupo que se enmasacara de seguidista, pero en realidad es entrista de viejo tipo y quiere ya ir abriendose espacios en el ministerio en el hipotético caso de que se vaya Voodoo. Dicen que lustran los zapatos de Carlitos Fernández y Martín Lusteau.
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