"Hay que dejarse de hinchar un poco las bolas con esto de la ley de medios", dijo su Santidad Benedicto XVI durante la clásica homilía que los domingos ofrece en la Plaza San Pedro de la Ciudad del Vaticano para todos los pelotudos turistas que compraron su paquete de viaje a Europa a través de una agencia.
El tipo, que es nazi de posta y cumpa de Bergoglio, agregó: "no me vengan a joder con los que no tienen voz. Primero, los que no tienen voz son los mudos, lo demás que no la usen es su problema. Las radios comunitarias están cagadas desde el vamos y deben hasta los caramelos del kiosko. Digo yo, ojo, esto lo digo yo: ¿de dónde mierda van a sacar papela para poner otra radio o un canal de tele? Después no vengan a pedir acá. Ojo. Papito no les va a dar un carajo porque encima ni rinden los proyectitos que presentan.
"Los pueblos originarios, ¡ay por favor, con los pueblos originarios! ¿Qué tienen que decir ahora? Ya les venimos dando para que tengan y guarden durante 500 años. ¿Qué ganas le quedan? Que se ocupen de juntar sus granitos para comer primero", remató Benedicto.
"Así que loco, tranqui. No se zarpen con los pibes de Clarín. Hay gente copada, a pesar que hay algún que otro judío. Igual ustedes saben que mi preferido es La Nación, ahí no vemos un negro ni en la plaza de enfrente. Además, si se tiran en contra mío, los locos enseguida se paran de manos", descarriló Benedicto XVI.
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