Siguen las repercusiones luego de la promulgación de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, o ley de medios K a secas, para los amigos del grupete. Parece ser -ojo, parece ser- que el periodista multimedial Marcelito Bonelli habría pedido turno urgente a un cotizado foniatra ante la incertidumbre de su futuro laboral. Desde la compañía Sistemas de Empleo Temporario le habrían recomendado una zirugía y variaz zezionez de fonoaudiología para pelear en mejores condiciones su nuevo puesto en el mercado laboral. Su compañero en A dos toces, el Gato Silvestre, aparentemente -ojo, aparentemente, se dejaría una barba bien bien tupida y pasaría a la clandestinidad junto a Joaquín Felipe Morales del Solar.
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