Feroz interna en la tevé pública

Después de años de pobreza extrema y de tener que cubrir desde los estudios de la avenida Figueroa Alcorta y Tagle eventos denigrantes como un campeonato de chinchón en la casa de José Luis Machinea, a los periodistas de la tevé pública les llegó su momento de gloria.
Pero tanto dinero destinado por el gobierno para que todos los argentinos puedan elegir entre Canal 7 y el copado del Pollo Vignolo para ver la eliminación de la albiceleste en manos del combinado del Uruguay, desató una interna feroz entre los periodistas y técnicos. Están los que se alinearon detrás del gran Gustavito Kuffner. Y los más violentos, que responden a Pablo Tiburzi.
La convivencia venía muy bien, pero el viernes pasado la bomba estalló. Como todas las noches, Kuffner saludó a su madre vía skype, repasó el nombre de todos los jugadores del torneo, le dio un beso a la estampita de Kánibal Fernández y se acostó a dormir.
Algo nervioso por las píldoras que toma en su ardua lucha contra la calvicie, Tiburzi decidió tomar unos tragos para relajarse. Al cabo de dos horas, Pablito terminó totalmente alcoholizado, entró al cuarto en el que duerme Kuffner y le dijo: “A ver si te avivas boludo, agarremos la guita que te mandó Cristina y vayamos a un cabarulo que tengo ganas de entrarle a una negra”.
La estrella deportiva de Canal 7 le respondió: “Tibu, yo quiero llegar virgen al matrimonio. Además me parece que no podés gastar el dinero de todos los argentinos en un cabaret”. Mientras la pelea subía de tono, Diego Latorre lloraba en el sillón porque su nombre no figura en ningún juego de Play Station y Enzo Francescoli ganaba unos pesos sacándose unos pesos con los turistas simulando ser Diego Milito.
Rezarpado de alcohol, Tiburzi le rompió una botella de vino a Kuffner en la cabeza y huyó con el dinero hacia un cabaret en el cual se encontraba parte del equipo de TN encabezado por el Rifle Varela, que intentaba sin éxito levantarse una minita diciendo que era amigo de Sergio Lamparita Lapegue.
Pero todo no quedo aquí: Tiburzi movió rápidamente sus contactos sindicales para ganarle la pulseada a Kufner.
Minutos antes del comienzo del partido del equipo de Diego Armando contra Grecia, entraron al estadio ocho violentos al grito de “ahí viene Tiburzi, qué loco que está / ahí viene Tiburzi, qué loco que está / cocaína, marihuana, vino tinto, poxiran”.
Se acomodaron detrás de un arco y desplegaron un telón con la leyenda “Tiburzi Conducción. Kuffner maricón. Sopita y a la cama”.
Fuentes de la tevé pública aseguran que Tiburzi será deportado y al pisar suelo kirchnerista será ofrecido a Canal 26 a cambio de los senos de Susana Roccasalvo.