Después del cimbronazo provocado por el Bicentenario de la agrupación teatro-gimnástica FuerzaBruta, la placa tectónica de la política argentina volvió a sufrir un fuerte fuerte sacudón ante el conocimiento público de la apasionada relación sentimental que estarían viviendo el ex vigilante de los caudales del Banco Central Martín Tarado y la actriz y cantante pornosoft Luciana Evangelina Salazar.
Ante la primicia, el recategorizado monotributista social de la información Juan Carlos Campanita le robó un pata pata con cuerno de rinoceronte a un niño del barrio de Almagro y se pegó una escapada hasta las oficinas del mismísimo periodista Horacio Verbitsky.
Mientras calculaba cuánto gasta por mes en sedas italianas para sus atuendos el cardenal Jorge Bergoglio, el Perro aseguró: “Es cierto que hay un fuerte repunte en la imagen social de Tarado con este verdadero pase de magia. Pero no hay que confundirse. Acá hay una conspiración contra el Gobierno. Tarado juega para el peronismo disidente. Y Luli es la sobrina de Evangelina Salazar, quien es la esposa de Palito Ortega, quien a su vez acompañó en la fórmula presidencial al Cabezón Duhalde. Y atrás del Cabezón, siempre están la Iglesia y la DEA. Más claro, échale nasta”.
Al parecer, al parecer, el resto de la dirigencia política no se quedaría atrás y estaría dispuesta a vincularse con el primer famoso que se le cruce. Para aprovechar el apoyo popular al matrimonio gay, Claudio Barba Lozano estaría preparando un romance fervoroso con el queridísimo director teatral Pepito Cibrián Campoy. Por su parte, Lila Downs de Carriol podría blanquear sus coqueteos con el panelista seissieteochista Orlando Barone. También Hermes Binner buscaría popularizar su adusta imagen del brazo del despampanante Villanueva Cosse.
Y al parecer, al parecer, el ex vicepresidente Chacho Alvarez podría salir de su depresión política con un fogoso cortejo a la actriz y conductora granhermanista Soledad Silveyra.
Ante la primicia, el recategorizado monotributista social de la información Juan Carlos Campanita le robó un pata pata con cuerno de rinoceronte a un niño del barrio de Almagro y se pegó una escapada hasta las oficinas del mismísimo periodista Horacio Verbitsky.
Mientras calculaba cuánto gasta por mes en sedas italianas para sus atuendos el cardenal Jorge Bergoglio, el Perro aseguró: “Es cierto que hay un fuerte repunte en la imagen social de Tarado con este verdadero pase de magia. Pero no hay que confundirse. Acá hay una conspiración contra el Gobierno. Tarado juega para el peronismo disidente. Y Luli es la sobrina de Evangelina Salazar, quien es la esposa de Palito Ortega, quien a su vez acompañó en la fórmula presidencial al Cabezón Duhalde. Y atrás del Cabezón, siempre están la Iglesia y la DEA. Más claro, échale nasta”.
Al parecer, al parecer, el resto de la dirigencia política no se quedaría atrás y estaría dispuesta a vincularse con el primer famoso que se le cruce. Para aprovechar el apoyo popular al matrimonio gay, Claudio Barba Lozano estaría preparando un romance fervoroso con el queridísimo director teatral Pepito Cibrián Campoy. Por su parte, Lila Downs de Carriol podría blanquear sus coqueteos con el panelista seissieteochista Orlando Barone. También Hermes Binner buscaría popularizar su adusta imagen del brazo del despampanante Villanueva Cosse.
Y al parecer, al parecer, el ex vicepresidente Chacho Alvarez podría salir de su depresión política con un fogoso cortejo a la actriz y conductora granhermanista Soledad Silveyra.
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