El día que no salió Clarín

Desesperados por el accionar del protocristikirchnerismo en la Papeleta de la Prensa, algunos referentes de la política, el deporte y la salud andan batiendo fruta y verdura y elucubrando la posibilidad de que llegue el día que no salga el diario Caín.
Lilita Downes de Carrió sale con todas sus fuerzas místicas llenas de odio y profecía con tarta de jamón queso, huevo y tomate y bate: “¿Qué mierda hago? ¿Me quieren decir ustedes manga de voceros? ¿Ustedes son los que primero se van a quedar sin laburo. Así que pónganse a defender a Caín o se van a tener que convertir en punteros o lo que es peor en militantes?”.
Mientras desde su alcoba alfombrada y calentita Liliana Felipe Solá decía sin hablar: “mmmm, así no se me gusta jugar. Yo tengo prácticamente un contrato de alquiler con estos bolastras. Si los voltean, ¿con quién voy a ir a jugar al cable y al peronista independiente, jajajaja?. Ojo, me puedo llegar a cagar de risa también haciendo chistes por teléfono el día que no les dejen sacar el diario. Mmm, si capaz que un rato está bueno. ¿Me convendría hablar con Rossi?. Mejor me quedo un ratito más en la camucha”.
“En la puta vida leí un diario entero. A ver che, ¿quién leyó un diario entero alguna vez? Retumbó sepulcral el silencio ante la estridente pregunta de Mauricio Papu Macri. Si es cierto que no me puedo quedar sin ver el fútbol. Eso me jode. Igual los guachines de mierda estos nunca terminan saltando por mí como yo quiero. En una de esas que un día no salga está bueno”, balbuceaba como podía el Paputo. Pero de golpe se echó a llorar el muy maraca. Dice su ministro de turismo que recordó cuando de joven un día tapó con diarios a un linyera.
Totalmente en otra, el Panchito de la Gente colombonaerense, se practicaba un tatuaje de Micky Mouse en la parte posterior de la oreja cuando el mago de circo que dirige su equipo de asesores le dijo: “che capaz, capaz que un día de estos no sale Caín”. Pegó un salto de la silla y cayó de lleno en el miembro de un enano que se hacía un tatuaje de Matías Martin en el ombligo. “Mmm, tengo un plan”, gritó enseguida.
Desde el Centro de Jubilados Empetrolados y Ferroviados Recontra Calientes y en Pantuflas, Pineta Solanas arremetió: “toda esa cantidad de papel la están sacando de la selva. Están dejando en pelotas a la naturaleza". Y les propuso a la Comisión directiva del Centro de Jubilados dejar de hacer talleres de macramé y guardar los diario Caín para denunciarlos bien por el orto el día que no salgan más.