El Clarinete y The Nation le sueltan la mano al Cletus y lo abrazan a Sanz

Una vez más, los dos popes del periodismo independiente vuelven a juntarse para un emprendimiento grosísimo. El pasquín de ofertas supermercadistas y roscaje político, El Clarinete, y su compañero de aventuras y ganancias, el diario internacional The Nation, empezaron a vérselas negras, de cara a las elecciones presidenciales de octubre, con el perfil bajo de Cletus, y se decidieron a darle un empujoncito al acantilado de la indiferencia periodística para poner en su lugar al encumbradísimo, flamantísimo, capacitadísimo, y el único político con las bolas bien puestas para calzarse pantalones con tiradores y para decir que el asistencialismo aumenta el consumo de drogas, el presidente de los boinas blancas, Ernesto Sánz.
En una instalación tan fuerte que de exhibirse en una galería de arte dejaría como un nanoporoto a la retrospectiva de Marta Minujín en el Malba, el equipo de trabajo español contratado por el senador mendocino, que durante meses corrió de una redacción a otra para que publicitaran su inminente candidatura como la gran esperanza blanca, hoy descorcha sidra y come rosquitas de anís porque sendos matutinos le garantizaron la cuota diaria de apariciones.
Nuestro periodista estrella, Juan Carlos Campanita, disfrazado de delivery de bebidas alcohólicas en trasnoche, pudo conversar a solas con el tataranieto de Bartolomé Mitre y con Hector Magnettón, después de comentarles que además de delivery era bloguero de la Logia Masón.
Fue entonces que les preguntó si era cierto que le soltarían la mano al Cletus para abrazar a Sanz, a lo que Mitre respondió elípticamente: “Esta vez no se trata de una ExpoAgro, eso es una boludez, ponés unas promotoras con buenas tetas sirviendo vino tinto, alguno de la Mesa de Enganche que se la pase hablando de lo mal que está el campo, un par de cosechadoras bien pintadas, unos cuantos anunciantes de agrotóxicos, y la venta sale sola. Acá está en juego el futuro de nuestros negociados”, sentenció Mitre, mientras destapaba un champagne extra brut y se lo servía en una galera de su tatarabuelo.
“Ernesto es un tipo joven, viene de la Alianza, y eso ya me llena de lágrimas los ojos, reúne condiciones excepcionales, se quiere insertar en el mundo, en especial en la Unión Europea. Para eso ya contrató los publicistas de Rodríguez Zapatero. Es cuestión de esperar, en dos añitos tenemos 20% de desempleo, crisis económica, ajuste, baja de salarios, privatizaciones, y ahí volvemos al ruedo. Es el Mesías que estamos esperando para acabar con esta dictadura chavista”, dijo de un modo más directo Magnettón, al tiempo que sintonizaba el Prende y Apaga de Lamparita Lapegüe, y metía en la coctelera ron, vodka, frutillas y unos bigotes de Felipe Morrales Solá.
En cuanto Campanita quiso preguntarles por el Jefe de Gobierno del Frente Opositor, Julio Argentino Ya Ni Figuro Cobos, el director ejecutivo del Clarinete lo cortó en seco y le dijo: “Mirá, preferiría no hablar de ese tipo, viene en caída libre y nos quiere arrastrar a todos, es mufa, no hay duda. Lo apoyamos a mansalva con lo de la 125 y nos bajó la venta de los diarios, se va de vacaciones a Brasil y desata unas inundaciones terribles, dejate de joder”, fue lo último que llegó a anotar Campanita porque ambos empresarios se fueron a la terraza donde estaba tocando el piano Ale Lerner, y se pusieron nostálgicos a cantar junto con Luisito Majul y Jorgito Rial una que sabían todos:
“Una vez mas/
Buscamos este nuevo encuentro/
La misma libertad de ayer/
De nuevo a jugar/
La misma sensación/
El mismo sentimiento/
De amistad...”