Arrancó el Torneo de Puteadores. Los grupos bajo la lupa (parte I)

Ya se largó a lo bestia el Campeonato Argentino de Puteadores y acá al costado tenés que votar en cada grupo los grandes mostros de la semiótica.
Acá va el análisis de los grupos A y B:
GRUPO A.
Pepe Mujica: El crédito del tupamarismo y futuro presidente del Uruguay llega a este torneo para ratificar sus pergaminos logrados en las ligas orientales y metérselas a los putos argentinos por el orto. Entre sus grandes prosas recientes se destacan: "los radicales son muy buenos tipos, pero unos nabos"; "el Gobierno y el campo despedazaron la Argentina al pedo, son todos unos burros"; "si nos vienen a plantar soja les vamos a arrancar las muelas"; y la ultimísima "Mascatelá y que viva el Frente Amplio!".
Oscar Ruggeri: El frustrado ayudante de campo del Diegote alimentó su prestigio a fines de la década del 80 y se consolidó con sus grandes intervenciones en El equipo de primera. Famoso por la patada contra Chilavert y el codazo televisivo a Sanfilippo, se recuerda su provocadora "Colombia no ganó nada", un ratito antes de comerse cinco; y la más graciosa: "me gusta que mis equipos jueguen bien", antes de ser puteado por las hinchadas de San Lorenzo, Independiente y varios equipos mexicanos.
Héctor Alterio: Jugador consagrado en la liga española, vuelve a nuestras canchas después de haber acuñado una de las más memorables puteadas del cine argentino en Caballos Salvajes y después de haber interpretado a un hijo de puta en La historia oficial, aunque según Lilita no era para tanto.
Milagros Sala: el crédito de los movimientos sociales jujeños llega como una tromba después de escrachar al Opa Morales. Hay que ver cómo le va en su primer campeonato a nivel nacional.

GRUPO B:
Luis Barrionuevo: Peso pesado del insulto argentino, ha dicho tan sólo en los últimos días: "Néstor es un loco y un psicópata sin amigos, que está obsesionado con el poder y el dinero"; "Reutemann es un pecho frío y no le da el cuero para ser candidato"; y años atrás espetó: "un enfermo como De la Rúa, no puede conducir los destinos del país".
José Luis Chilavert: el enorme arquero paraguayo llegó con la cabeza del Muñeco Gallardo debajo del brazo para amedrentar a sus rivales y rememoró sus bellas páginas: "Los paraguayos son unos muertos de hambre que se venden por un pancho y una coca" y aprovechó para enfrentar a uno de sus potenciales rivales: "La selección argentina le queda grande a Maradona, pero es difícil que una persona que ha caminado por el abismo por culpa de la droga esté equilibrada".
Rodolfo Ranni: Uno de los grandes de la puteada nacional. "Dispará carajo" hasta al hartazgo y "déjate de joder, culito" contra Garzón en Los machos son algunas de sus frases atesoradas. Tano calentón, degusta y ralentiza las puteadas como pocos. En los 80 logró varios subcampeonatos, sólo frustrados por el gran Luppi.
Torcuato Di Tella: La única figura que aporta la academia. Aporta sus frases dirigidas contra Nacha Guevara ("hay que resolver primero el problema de los chicos que se mueren de hambre y no quien es la pelotuda o la puta que va a dirigir el Fondo de las Artes" y sobre la Secretaría de Cultura que dirigió ("Es un circo: necesito monos, jirafas, enanos, elefantes... Pero claro, no puedo pasarle la mano por el lomo al tigre ni puedo quejarme si hay mierda en el piso, porque con tantos animales es imposible").