Torneo de Puteadores: Ya podés votar por los finalistas

Pepe Mujica: Después de ganar con el 100% de los votos la ronda clasificatoria, el crédito futuro presidente del Uruguay no parece necesitar balotaje en este torneo. Aquí sus antecedentes: "los radicales son muy buenos tipos, pero unos nabos"; "el Gobierno y el campo despedazaron la Argentina al pedo, son todos unos burros"; "si nos vienen a plantar soja les vamos a arrancar las muelas"; y la reciente: "Mascatelá y que viva el Frente Amplio!".
Diego Maradona: el genio del fútbol fue el inspirador de este campeonato con sus geniales: “que me la mamen”, “que me la sigan chupando” y “vos, Passman, la tenés adentro”. Pero el seleccionador argentino tiene una historia llena de éxitos: “Al cartonero Baéz (por Macri) se le escapó la tortuga”; “Siempre dije que Chilavert es un buchonazo. Además de todo lo que nos pasa parece que además necesitamos es que un planta-mandioca nos venga a decir lo que tenemos que hacer”; “Bernasconi (el juez) es extremadamente rápido. Tiene la capacidad de colocarle un supositorio a una liebre corriendo”; “Ruggeri le toma la leche al gato”; “Blatter me quiere como un hijo… sí, como un hijo de puta”; y “Si a Duhalde lo veo en el desierto, le tiro una anchoa”.
Luis D´Elía: surgido del movimiento social matancero, es el prohombre del insulto clasista. Es el creador de memorables combinaciones de puteadas como “Tengo un odio visceral por la puta oligarquía que tiene las manos llenas, pero llenas de sangre de pueblo”; “los grupos hegemónicos de la comunicación son una verdadera raza de víboras”; “Droga y duhaldismo son dos caras de la misma moneda”; y su “¿Cómo le va sorete?” Te odio Peña, odio tu plata, odio tu casa, tus coches, tu historia, odio a la gente como vos que defiende un país injusto e inequitativo”.
José Luis Chilavert: el enorme arquero paraguayo dejó a Luisito Barrionuevo como un niño de pecho con sus bravuconadas. Nos recuerda: "Los paraguayos son unos muertos de hambre que se venden por un pancho y una coca" y aprovechó para enfrentar a uno de sus potenciales rivales: "La selección argentina le queda grande a Maradona, pero es difícil que una persona que ha caminado por el abismo por culpa de la droga esté equilibrada".
Hugo Chávez: Se creía que iba a estar más arriba en la lista, pero el presidente venezolano debió lidiar con Lila Downs de Carriol, Fantasma de Monseñor Quarracino y Horacio Pagani. Sus frases más recordadas: un “triste peón de los Estados Unidos” destinado al cuello de tortuga Alvarito Uribe; “es un pendejo, desde la P hasta la O”, contra Insulza; y la enorme “¡Váyanse al carajo, yanquis de mierda, que aquí hay un pueblo digno!”. Y la flamante “retrasado mental” que le regaló al nuevo ministro de defensa de Colombia, Gabriel Silva.
Federico Luppi: el mejor puteador moral durante toda la década del 80 vuelve al torneo argentino luego de su exitoso paso por la Súper Liga de España. Ahí está, apuntando fuerte a quedarse con la copa en base a insultos que nacen desde el estómago. Su “¡Arteche y la puta madre que te parió!” pronunciado en La plata dulce está entre las mejores puteadas de la historia del cine argentino. Federico nos explica: “Guardo un cabreo muy profundo y muy agresivo con una cantidad de chorros que convirtieron el país en esto que sufrimos. Estoy en contra de los reverendos hijos de puta que hicieron de la Argentina un lecho de lágrimas y de miseria psicológica”.
Kaníbal Fernández: el gran titán del exabrupto oficialista es el cabeza de serie de un verdadero grupo de la muerte. Se lanzó a la fama en el 2002 cuando era ministro de Producción del Cabezón (ejem) y dijo: “Argentina tiene una sociedad enferma y un grupo que la gobierna que son unos hijos de puta”. Hoy su gran especialidad son los dardos contra Lila Downs: “Estoy convencido de que, como no tiene los patitos en fila, ella está convencida que habló con Mickey Mouse, entonces es lógico que quiera seguir hablando con él”; y contra Macri: “toda la vida de franco, con minúscula y mayúscula”. No conoce, porque no trabaja. Es un vendedor de ilusiones permanenteAunque también puede hilvanar tres al hilo: “Carrió, con la bikini en la mano, está preocupada por cómo va a hacer para cruzar el río e ir a Punta del Este, de Lavagna a nadie le interesa lo que dice y Macri nunca leyó nada, no sabe de qué se trata la vida”.
Guillermo Moreno: al terror del empresariado, en realidad, no se le conocen insultos públicos, más allá de la agarrada con Martincito Lousteau arriba del palco en la Plaza de Mayo. Sin embargo, se asegura que en privado dispara ambigüedades como “Afuera tengo a mis muchachos, expertos en partirle la columna y hacerle saltar los ojos al que hable”. También dicen que dijo de Cristina: “pero qué mina rompepelotas”.
Charly García: el Viejo Charly apuntaba entre los candidatos al título, este Charly se ruboriza ante las declaraciones de Maradona. Antes, ha dicho: “Los únicos que nunca me cagaron fueron las putas, la policía y los fans. Todos los demás me cagaron”; y la certera “el rock se volvió una cagada”. En sus antecedentes, tiene también la mejor respuesta a los muchachos de azul:
-Policía: ¡Soy un oficial de la policía!
-Charly: ¿Y yo qué culpa tengo de que usted no haya estudiado?
Y la enorme:
-Susana Gimenez: Ay, Charly, ¡qué bueno que saliste de la clínica! ¡Estás más gordito!
-Charly: Vos también.