LOS LUDDITAS NO CHEQUEAN LO SUFICIENTE LA INFORMACIÓN QUE SE PUBLICA EN ESTE BLOG.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Para Duhalde no hay otra, “la guerra es la paz”


El gran estratega del conurbano, y ex presidente de la Transición Represora, se encontraba en una reunión de trabajo con su intelectual de cabecera, Abelino Posse, lanzado en la elaboración del “Ensayo sobre el gobierno cívico-militar” que serviría como plataforma electoral para el 2011, mientras, en medio de un descansito, jugaba al ajedrez con el hemisferio izquierdo de su cerebro hiperdesarrollado y con el hemisferio derecho pispiaba los pormenores del Gran Hermano, donde Alejandro, el participante varón encerrado en un cuerpo de mujer, se sacaba la remera para meterse a la pileta.
“Estaba viendo estos boludos encerrados, y me gustó la idea del Big Brother; un tipo que controla todo y ni lo ven, una especie de Dios, ¿sabés cómo podríamos terminar de una con los desviados políticos que no creen en el sagrado bipartidismo, ni en la represión responsable?, ¿vos qué opinás, Abelito?”, dijo el gran pacificador nacional, al tiempo que el intelectual le chantaba un jaque mate con un peón que tenía forma de León Ferrari crucificado en una esvástica.
“¿Vos sabés de dónde viene todo el curro este del Gran Hermano?, le preguntó Posse, y el precandidato presidencial por el Peronismo Reaccionario se encogió de hombros sin respuesta. “El asunto es así, un escritor comunista de mitad del siglo pasado quiso hacer una fábula de ciencia ficción sobre los gobiernos totalitarios y sin darse cuenta aportó las mejores ideas para un auténtico gobierno derecho-facista del futuro”, le dijo el maremoto cultural, mientras sacaba de su bolso un 1984 lleno de apuntes y separadores con notas, y ante el rostro incrédulo del Gran Manzanero por tanto conocimiento junto.
“Hace años que busco algún político argentino que tenga los huevos bien puestos como para llevar a cabo esta genial obra”, dijo Abelín entusiasmadísimo, y continuó con su exposición entre tanto Eduardo “El Pastorcito” iba en busca de un cuaderno y una lapicera, porque no quería perderse ni una coma.
“Mirá, lo primero es crear el Ministerio de la Verdad. Este es fácil, lo que tenés que hacer es tirar abajo todas las conexiones de Internet, después cerrás diarios, radios y canales que no estén a favor del régimen, y abrís un canal estatal que sea como el actual 678 pero que emita todo el día y esté dirigido por Marianito Grondona, además de tener a favor al Tiempo Argento, al Clarinete, y a The Nation; ahí ya arreglamos todas las noticias. Por último inaugurás un History Channel dirigido por nuestro amigo Marquitos Aguinis, y borramos todo el pasado”.
“Después tenés que crear el Ministerio del Amor, para perseguir a cada célula opositora que quiera formar una metástasis en el gobierno popular, y como brazo armado ponés la Policía del Pensamiento, y si un zurdito comete un “crimental” lo “vaporizás” y listo”, seguía y seguía Abelino al borde de una eyaculación precoz.
“Tenés también las 'telepantallas' para controlarlos a todos, le inventás un enemigo, suponete Cristina, y todos tienen que participar en los '2 minutos de odio' diarios donde pasarías videos de ella, y por supuesto que vos serías el “Gran Hermano” al que todos los argentinos tendrían que amar, y si a alguien se le ocurriera no hacerlo podría hasta ser delatarlo por su hijo, si la hacemos bien. ¿Qué te parece?”, finalizó de una vez el intelectual.
“Está buenísimo todo esto que me estás contando Abel, pero dejame hacerte una pregunta, ¿y con toda la droga que hacemos?", preguntó el precandidato presidencial algo preocupado.
“Bueno, para eso te tenés que leer Un mundo Feliz”, le dijo el famoso escritor, y lo dejó con la intriga, hasta que se fundieron en un abrazo patriótico, en medio de unas risotadas, por tanta creatividad electoral.

No hay comentarios: