Dispuesto a quedarse con el mismísimo sillón presidencial más temprano que tarde, el afamadísimo rabino Sergio Bergman salió esta semana a conquistar fuerte los corazones de la maravillosa juventud argentina a través del ciclo de charlas "El Bambino Bemberg le habla a la Juventud / La Juventud le habla al Bambino Bemberg".
La primera escala fue en la crítica zona del Nordelta, uno de los sectores más castigados por la reciente escasez de aceite de oliva ibérico provocada por la restricción en las importaciones decidida por el autoritarismo K.
Luego de clavarse un sánguche vegetariano y media botella de Smirnoff, Bemberg sacudió las conciencias juveniles con una catarata de punzantes latiguillos condimentados con el mejor humor del estilo de Buenaventura Juez. "Los KK han dividido a los ciudadanos. Nos han partido y hoy somos mitad ciudad y mitad anos. Por eso nos hacen lo que nos hacen. Con nuestra ciudad y con nuestros anos".
Luego incitó a todos a trabajar en la lucha contra la pobreza. "Tenemos que sacar a los pobres de la pobreza y meterlos en nuestras casas. Para que nos limpien, nos laven y nos planchen. No tenemos que hacer la plancha, porque sino nos van a terminar planchando ellos a nosotros", dijo apelando a su incansable juego de palabras.
Bergman rechazó las criticas de clientelismo que le hicieron desde ciertos sectores buscarroñas de la prensa: "No es cierto que ustedes vengan acá arriados en Toyota Hilux y Hummer. No venimos por la ensalada de rúcula y parmesano y una copa de buen pinot noir. Tenemos convicciones íntimas. Somos jóvenes de buena cuna, criados con buenas dosis de Marianito Grondona y Marquitos Aguinis".
También saludó la creación de milicias infantiles en Chubut y ratificó que está dispuesto a ponerse al frente del servicio cívico militar impulsado por el cobismo. Aunque cuestionó con dureza que sea voluntario y no obligatorio. "Tiene que ser universal como la asignación por hijo. Total cualquier cosa ustedes les dicen a sus viejos que se pongan, porque siempre hay un camarada de armas que está dispuesto a entender sus objeciones de conciencia", señaló el Bambino.
Si bien el rabino fue despedido entre fuertes aplausos y calurosos elogios, trascendió que algunos jóvenes nordeltinos expresaron por lo bajo sus quejas ante la dudosa calidad de los canapés de camarones ecuatorianos que ofreció el servicio de catering.
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