En el último fin de semana largo, otorgado por el gobierno filoturistikero de Cristi, miles de personas se movilizaron de sus casas a los lugares más recónditos del país para repudiar el 12 de octubre. Por esta razón, se pudo ver al 99,9 % de argentinos muy garcas, y al 48,3 % menos garcas pero con guita, recordando el saqueo histórico a los pueblos originarios.
Entre las actividades más destacadas que las conciencias clasistas y combativas desarrollaron, hubo quienes caminaron por las frías playas bonaerenses, comiendo churros rellenos que compraron a $ 25 la docena, para homenajear a aquellos que del mar vieron llegar las carabelas.
Otros prefirieron celebrar la diversidad en la Fiesta de la Cerveza, en tierra de los comechingones, que, como se sabe, cultivaban cebada desde tiempos remotos.
Tampoco faltaron quienes, por su parte, optaron por comprar artesanías guaraníes en la ruta 12, camino a las Ruinas Jesuíticas de San Ignacio.
Y, finalmente, hasta hubo quienes se manducaron un cordero patagónico como los que hacían los mapuches, que eran excelentes cazadores.
Por último, el lunes 11 se pudo ver caravanas de coches, camionetas con acoplados, camiones y casas rodantes que ingresaban a las autopistas bonaerenses y porteñas “a los bocinazos limpios”, recordando así el último día de la dignidad de los pueblos originarios.
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