¿Qué pasa con Bolivia que ahora parece que no pasara nada?

La columna internacional de Pedro Brieger Vasena

“Acordate Moralito de aquel día / que estuviste en Urumita / y no quisiste hacer parranda / Te fuiste de mañanita / sería de la misma rabia”, cantaba Carlos Vives en “La gota fría”.
Pues bien, al Evo cada vez que se acuerda de su última visita a los Buenos Aires le nace una rabia que se le instala entre el esófago y el estómago y se queda sin comer durante un par de días. “Ahora resulta que me volví un gobernante previsible, jefazo, ¿qué carajo les pasa?”, murmulla el presidente para sus adentros. “Todos hablaban pestes de Lugo, que es un obispo; y de Cristina, que es peronista; y nadie me puteaba a mí”, recuerda.
Encima el golpe a Zelaya en Honduras y la derrota del Néstor volvieron a Bolivia una isla de estabilidad política. Al Evo le descuartizaron a la tía hace casi un mes y los medios argentinos casi ni lo cubrieron. El Evo dijo que iba a nacionalizar las generadoras de electricidad y los ferrocarriles. Y, acá, con tanto maremoto, no llegó ni el eco perdido.
Pero el Evo no se detiene y ya convocó a los Ponchos Rojos para que bajen del altiplano. Quiere hacer un brainstorming con todos para que el gobierno del MAS no se transforme en una masita.
Ya hay algunas ideas que se barajan en el Palacio del Quemado para hacer un poco de ruido. El ala que responde al vicepresidente Alvarito García Lindera propone peronizar el gobierno e instalar en La Paz un monumento de 200 metros de altura al Cocalero Descamisado. También planean hacer un pulqui boliviano o mandar un aymara en misión a Marte (que, dicen, tiene un clima similar al de El Alto). El Evo, mientras tanto, apuesta a armar un seleccionado de fútbol de Moralitos que juegue a 6000 metros de altura. Ya convocó a Maxi Moralez y al uruguayo Richard “Chengue” Morales. También están confirmados el Matute Morales, Huguito Morales, Carlos Morales Santos y otro yorugua: Oscar Javier Ojota Morales. Para generar alegría en el kirnicherismo el relator sería, claro, Víctor Hugo Morales; y el comentarista, Joaquín Felipe Morales Solá. También querían llamar a Gerardo Opa Morales, pero todavía no se sabe si tiene o no la gripa.