Después de idas y vueltas, e idas, y vueltas, con la presentación de su gira
2013, el artista que revolucionó con bajísima intensidad el pop británico, finalmente
dejó en banda los millares de fanáticos que se dejaron el jopo durante varios
meses, inclusive aguantándose las cargadas en el laburo, según versiones
periodísticas por una cantidad de escusas publicadas en su página de internet
del tipo de: “me quedé sin guita para bajar a Argentina después de delirármela
en gel Lord Cheselin”, o “necesito que el
Papa me cure el empacho por twiter”, o “tiré la toalla, no hay caso, a los
sesenta y seis años hasta David Bowie tiene
más nafta que yo”; lo cierto es que el
ex líder de The Smith tubo contacto por lo bajo con el intendente de Tigre gracias
a una sugerencia de Darío Giustozzi, el flamante intendente de Almirante Brown,
quien secunda la lista del Frente Renovador de cara a las PASO.
Según indican otro tipo de fuentes cercanas al giustizzismo,
parapetadas en un puesto de café en la estación de trenes de la localidad de
Longchamps, el
intendente del sur habría sugerido a Sergio Massa que la sola posibilidad de
que toque Morrissey en Tecnópolis arrastraría una cantidad importante de votantes
del pop-kirchnerismo hacia Martín Insaurralde, y como es sabido, Morrisey, que durante el 2012 se pronunció a favor de la
soberanía argentina de las Islas Malvinas en un recital en Córdoba, "adhiere al
kirchnerismo desde el 2004 cuando vino a nuestro país gracias a las gestiones
de Sergio Massa, cuando era un alfil del Néstor Kirchner encargado de la ANSES", habrían finalizado las mismas fuentes intoxicadas por la cantidad de café latte que bebían.
No hay comentarios:
Publicar un comentario