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- Viste que él se quedó en la puerta, a vos no te dejaron entrar. Entonces dije, chau estoy en el horno, ahora sale algún forro de Página 12 con una cámara de fotos y mañana ponen en los diarios que transamos con Néstor.
- Bueno, y?
- Ahí va, che! No te la puedo largar de una, no me lo creo ni yo. Resulta que en un momento me acompaña Kaníbal y me dice "qué haces loco, todo bien?", así de informal el chabón. Y me invita: "Vení que Néstor te estaba esperando". Vamos a uno de los despachos y ahí estaba Néstor, vestido de fajina, onda guerrilla viste.
- Qué???, vos me estás cargando??
- No boludo, posta. Entonces no va que me dice el chabón: “Bueno, muchas gracias por venir, qué quilombo esta semana y la anterior, primero el corte de la 9 de julio, después ustedes”. Y yo le digo: “Bueno Néstor, espero que le quede claro que lo que pedimos es legítimo, no somos la zurda loca como se dijo por ahí”. Y acá, escuchate ésta que viene lo mejor, me dice Néstor: “Ah, esos fueron Belén y Lescano, yo no me los trago, no estoy para nada de acuerdo con lo que dijeron, porque además si lo dicen de ustedes en los medios lo que dirán de mi, no?”
- Y qué van a decir de él?, nada
- Pará que eso fue lo que le dije: “Discúlpeme Néstor, pero de usted podrán decir cualquier cosa pero que es zurdo no creo". Y el chabón me dice: “Tenés razón, justamente lo que me duele es que ya no me marcan más como el “Lupín Montonero”. Por eso te llamé, lo de la personería no te lo puedo arreglar ni a palos, porque el gordo se me viene encima. Por eso yo lo que te quería pedir, bueno no se cómo te va a caer...”
- ¿Qué te pidió: que paremos con el plan de lucha hasta después de las elecciones?, ¿qué hagamos el gremio, pero dentro de la CGT? ¿qué carajo te pidió?.
- No, boludo. Podés creer que me dice: “No te gustaría que juguemos a los zurdos toda la tarde, total acá en Olivos no hay nadie, podemos jugar tranquilos: copar el quincho, secuestrar a algún oligarca, hacer la reforma agraria, que sé yo, cosas de zurdos”.
- Qué!!!!! ¿Eso te pidió?
- Te juro por mi santa madre que me pasé toda la tarde jugando a los zurdos con el Néstor. Primero jugamos a la fuga del penal y anduvimos por el patio con el carrito eléctrico. Después, como pintó la lluvia, lo agarramos a Aníbal para que hiciera de Aramburu y le hicimos un juicio revolucionario. Hicimos la caminata al helipuerto y nos agarramos a los tiros con los de la custodia... ¡¡¡¡Cómo en Ezeziza!!!!, me gritaba el Néstor, ¡¡¡Cómo en Ezeiza!!!!
- ¿A los tiros, tas loco?
- No, boludo, los chabones se re coparon, como cuando éramos chicos. Néstor tenía todo, revólveres de cebita, bigotes postizos, un ¡mimiógrafo!, no me lo puedo creer, estuvimos en el sótano haciendo un periódico clandestino y después jugamos a que no nos poníamos deacuerdo por si volver a la clandestinidá o seguir con la vía política
- Pero boludo, si vos sos re trosko!
- Eso era lo que le decía al Néstor. "Yo hago de peroncho pero soy trosko, Néstor", le repetía. Y él me respondía: “Es perfecto. Ahora jugamos a la reunión con Perón, el cocinero se parece bastante y hacemos que el viejo se ponga paranoico y nos cague a pedos y yo te defiendo”.
- Y... ¿eso hicieron toda la tarde? No hablaron de la personería, del plan de lucha, de la CTA.
- No, jugamos a los zurdos toda la tarde. Me invitó para que vuelva el sábado que viene. "Decile a tu amigo que si quiere venir está todo bien”, me dijo.