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lunes, 7 de septiembre de 2009

El Hombre soñado: Teófilo Adrián Lacavashell


Otra que Lalo re loco en radio Ban Kok, otra que que Castelo y Dolina escabiando perfume en las noches del eter, otro que rapidísimo y Hetitor Larea corriendo atrás que se le escapa, otra que la conchuda de Magdaleña Ruiguiñazú despertando a la audiencia de Asunción en “Magdaleña Paraguayísima”, Otra que (y descorchá el oído pebete/a) ¿Quién?: Teófilo Adrián Lacavashell y su RadioBondi, que se me llenan los oídos de lágrimas al hablar de él.
Sinóptico policial:
Nombre: Teófilo Lacavashell Alias Monedazo.
Estado Civil: Casados con dos hijos, el primero un accidente, el segundo reincidencia al amor. Muy caros a su corazón. Su mujer, que sería sin ella.
Oficio/Profesión: Chofer-Súper Héroe de la línea 126 Retiro-La Tablada. (Ahí donde los muchachos del MTP se agarraron a los corchazos con los Muchachos del Ejercito Argentino) / Periodista deportivo (Eh? Pe-rio-dissssss-ta deportivo?) Sí, periodista deportivo pebete/a, fundador por necesidad y urgencia de un movimiento que es todo acción y destreza motriz: El Periodismo Bondi.
Bienes Y Ganancias declaradas: Cuota 24 paga de lote de terreno en Manzana 5 lote 4 12x43 de la localidad de Libertad, partido de Merlo. Dos bondis, un mercho 1114 que hoy día es su modesta casa, el otro un mercho (….) mas nuevito con toda la billouterí de espejos, felpudos he incrustaciones heredadas del primer bondi (ahora su casa) que otrora fuera de su padre Juan Domingo Lacavashell. Caro a su corazón, pero con estadía eterna en el olimpo. Además propietario de una planta transmisora de frecuencia modulada que encontró en un volquete fuera del regimiento.
Causas y Prontuarios: Se lo acusa de daño contar terceros y bienes en forma reiterada, bajo el seudónimo de Monedazo. Viste prendas de Súper Héroe: disfraz con forma de colectivo, cabeza de pelota “Pintier” y una “M” en amarillo envuelta en el pecho que le ocupa todo el pecho. Ah, usa zapatos de gamuza marrón claro.
Ideales: acude en defensa del bueno, lisa y llanamente.
Personajes admirados: Manuchao y el Gordo García Blanco

Misión I:
Esquina de Carlos Calvo y Entre Ríos.
Hecho: agresión con moneda de un peso a Yupi.
El pavote daba todo el perfil. Pelado, lentes negros, barba candado y calzaba un traje apretado y medio brillante. Tipo que supo ir a Camboriu en la década pasada, se despachaba con gozosa ironía apoyándose a una piba. La mina estaba recontra buena, pero en pareja. El flaco onda tren fantasma pero tan, tan, tan bueno.
Monedazo: atento a la situación, clavó los frenos en medio de Carlos Calvo y Alberti. Se suspendió en el aire con su máquina voladora, se calzó su traje y disparó una moneda calibre 1 p a cabeza de yupi que hizó estallar la lente izquierda del Yupi
Celoso, ton-ton, bien quisieras tener a esta mina que está recontrarebuena y que se nota que lo recontraquiere al chabón.
Yupi: Si disculpe señor Monedazo
Monedazo: No, discúlpese con el amigo, al que ha herido en su corazón y su orgullo viril. Que importa si es un bicho, pobre flaco ¿no oíste hablar de la gente tan, tan, tan bueeeena?
Yupi. Disculpá flaco, tenés todo el derecho de querer a esta mina. Me comporté como un chico Palermo.
La pareja se va feliz entre el gentío y como debe ser corriendose bien para el fondo del auto transporte. El Yupi se baja y frente al Bank Boston, piensa:-este mundo capitalista de mierda, en que me convirtió
Monedazo se eleva por los aires, aparta pasamanos y con su pistola de aire comprimido MAELI 4,5, se eleva y vuelve a su puesto de comando en la nave nodriza interno 43 de la línea 126. Los cuetes de la máquina rugen feroces, la máquina voladora se ensambla en un riel, el display se enciende, en letras verdes y a puntos, reza: Indique su destino. El pasaje entero estalla en un aplauzo. Se quita sus pilchas superheróicas, vuelve a la camisa azul y besa, cabuleramente la cadenita con la silueta de los dos pibes: “Por un mundo mejor para ustedes”. Corre el cortinado que le separa del pasaje. Se coloca sus auriculares con micrófono, embucha un trago de Fanta Naranja caliente. Acelera en punto muerto, a fondo (para que cargue la planta transmisora) el sonido se recarga, las válvulas chiflan como pajarito radiofónico al sol del eter primaveral y dispara al eter bonderil:

“Transmite Radiobondi, nuevamente con ustedes: Teófilo Adrían Lacavashell con todo los sucedido en la undécima fecha del torneo apertura”
Un viejo de traje putea: puerta, tneeee tneeeee (explota el timbre). Puerta, la puta que te parió, hace veinte minutos que te pido parada hijo de puta...
Teófilo Adrián Lacavashell: interrumpe el relato de la fecha y enciende nuevamente su maquina boeltera-voladora.

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