El enojo de don Héctor

El más grande entre los grandes -aunque ahora parece que después de don Julio- es don Héctor Manganetto. Pero parece que el capo de los capos del grupo Clarín está que echa fuego por los costados y escupe putas por la boca. Su odio, en realidad, no es con Grondona. Y ni siquiera con Néstor.

"La puta que lo remil parió, quién fue el imbécil que me dijo que esta mina era una estadista, que tenía visión de futuro, me vendieron un buzón", dicen que grita Manganetto mientras hace bollos con todos los artículos y entrevistas que el enorme diario argentino le hizo a la diputada panradicalista Silvina Giudici. "¿Cómo no me avisaste que esto venía en serio?", reprocha don Héctor.

"Te mandé un mail, Héctor, ¿no te llegó?", responde la diputada, del otro lado del teléfono.

"¿Qué servidor tenés?, boluda", le grita.

"Starmedia", le dice con timidez.

Don Héctor revienta el celular contra la pared, le pega fuerte un apretón a los bollitos y se los hace comer a Kokokoy.