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domingo, 24 de mayo de 2009

Un Barrionuevo de colección

El líder más, más retrógradoborbónico de la actualidad del sindicalismo nacional, el querido Luis, le dio una imperdible notita al ex diarito del Gran Jorge 26. El tipo se hecha unos párrafos bárbaros, mientras hace fiambre del brazo de un empleado gastronómico y se lo come con galletitas. "Me gusta este porque huele a cebolla", dice la bestia gremial.
Luis repasa su história. De sus primeros pasos como pibe maravilla catamarqueño recuerda: "éramos pobres pero limpios. También jugábamos a quién orinaba más lejos. Mis viejos no me retaban, me cagaban a palos directamente. Era un salame bárbaro".
Ya de más grandecito Luisito se le metió por atrás a la Iglesia. El pibe de oro del sindicalismo nos deja este relato: "una vez me mandaron a buscar una caja de hostias y me las comí todas. El cura les contó a mis viejos y después me dieron una zamba tremenda. Por eso no me confesé más, total me había comido todas las hostias".
Qué espíritu amigos, pero léanse este remate: "Pero bueno... me daban palos, por eso soy bueno ahora".
Por supuesto que la vida sexual de Luis no escapó al éxito. "A los 14 años, unas chicas más grandes abusaron de mí. Ellas tenían ventipico y eran primas".
Ja, pero la vida sexual de Luis no acaba (...) aquí: "cuando estabas comiendo el sándwich en la Plaza de 9 de Julio después de laburar, algún trolo se te pegaba, abría el diario y te empezaba a querer meter mano. Si no te invitaba a los cines pornos o a comer".
Genial, descomunal, brillante.
Y si amigos lamentablemente esto va llegando a su fin, como no podía ser de otra manera. Va si podía ser de otra manera, pero acá nos encontramos con las verdaderas pasiones de Luis, agárrensen. "Sí. Lo mejor que hizo Menem de mí es haberme sacado del juego. A partir del momento en que me dediqué a su campaña, dejé de jugar. Yo era un jugador compulsivo. Me encantaban los caballos, la ruleta y el casino. Me jugaba todo, hasta la comida de mis hijos. Por ahí nos íbamos de vacaciones y a los dos días estábamos volviendo. Dejé de jugar y aposté todo a la política. Me divierte jugar con los presidentes. Me encanta el poder, siempre busco al campeón para pelearme, nunca a un edecán".
De pie.

1 comentario:

belizario dijo...

ay, ay, tengo miedo, esto es peor que la inseguridá